Decidir en pesos bajo inflación exige más que números: requiere entender cómo pensamos el dinero. Sesgos como el del presente o la contabilidad mental pueden llevarnos a errores de presupuesto e inversión si no los hacemos visibles.
Tomar conciencia de estos sesgos psicológicos nos permite gestionar nuestro capital con mayor inteligencia. Entender el poder de compra de cada peso es fundamental para cualquier decisión, ya sea para planificar una inversión a largo plazo o para establecer un presupuesto de entretenimiento en plataformas como los casinos online con dinero real en Argentina.
Inflación y percepción del valor: por qué el contexto te sesga
En períodos de inflación baja pero persistente, el cerebro suele subestimar el “costo invisible” del tiempo. Aunque en julio de 2025 la inflación mensual fue 1,9% y la interanual 36,6%, estos niveles, aunque moderados frente a picos previos, erosionan el valor real de cada decisión diferida, desde compras hasta presupuestos de ocio.
El sesgo de presente empuja a priorizar gratificaciones inmediatas. La contabilidad mental, a separar “dinero para diversión” del “dinero para inversión” aunque ambos pierdan poder adquisitivo a la misma velocidad. Por eso conviene anclar precios reales y actualizar supuestos con datos oficiales recientes.
Señales para decidir: poder de compra, salarios y expectativas
Los salarios nominales crecieron 60,7% interanual en junio de 2025, pero lo que importa es la comparación con la dinámica de precios y con tus metas de rentabilidad.
Si tus ingresos suben, pero tus costos o tu tipo de cambio implícito suben más rápido, el sesgo de “dinero ilusorio” puede llevarte a gastar como si hubieras ganado en términos reales cuando no fue así.
Las expectativas también moldean conductas: el Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA proyecta para 2025 una inflación de alrededor de un cuarto del año, lo que obliga a recalibrar proyecciones de caja y tasas de descuento en decisiones comerciales.
Un entorno de confianza del consumidor más débil, la UTDT reportó una caída de 13,9% en agosto, tiende a enfriar ventas y a reforzar la aversión al riesgo, amplificando el peso de los sesgos.
Conclusión
La clave para decisiones de negocio más sanas en Argentina es reconocer cómo la inflación interactúa con nuestros sesgos. Convertir precios a valores constantes, revisar presupuestos con supuestos actualizados y distinguir entre señales nominales y reales ayuda a proteger el poder de compra en pesos y a sostener márgenes.
En última instancia, lo racional es diseñar reglas simples: fijar umbrales de rentabilidad real, documentar supuestos y revisar mensualmente las variables críticas con fuentes confiables como INDEC, BCRA y UTDT.